El pueblo es una preciosidad, sus calle y construcciones. El primer día hicimos el sendero del rio Cerezuelo,, la ruta es más o menos un kilometro de dificultad baja, nosotros ibamos con los niños y ellos no tuvieron ningun problema, es perfecta para ellos por que a lo largo del camino el río va haciendo unas pozas perfectas para el baño, y los niños disfrutaron mucho.

Despues estuvimos en las ruinas de la Iglesia de Santa Maria, donde la guia nos explico por que está en ruinas y nos llevo a ver la bovéda que transcurre por debajo de la plaza del pueblo, por donde pasa el rio Cerezuelo, explicandonos la leyenda de la Tragantina .

Tambien visitamos el castiyo de La Yedra, que esta dividido en dos partes, una para la historia del castillo y está hubicada en la torre del homenaje, y las otra de artes y costumbres populares hubicada en un anexo a la torre del homenaje, la visita fué muy interesante aunque la guia del lugar no tanto.

La gastronomia es bastante buena, y nada cara para un sitio tan turistico, siendo tipicas las carnes de monte y sus aceites de oliva.

Es  un sitio fantastico para visitar con niños, el clima esta bastante bien, por el dia hace calor pero al atardecer refresca bastante.

Sin duda es un lugar que recomendaria

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11/09/2016 Ayma