Heredando el amor Natalia Román
Yésica es una joven hermosa que la vida no ha tratado bien, huye de su peor pesadilla. Es el momento en que conoce a Francisco, un de buen corazón y con fortuna. Él le ofrecerá un techo y la seguridad que necesita, a cambio solo tendrá que hacerse pasar por su amante. El motivo no es otro que esconder su terrible enfermedad a su hijo Alex.
Alex, es un hombre amargado por un desengaño del pasado, convencido en que jamás se debe confiar en una mujer. Por eso solo ve en Yésica a una cazafortunas que se aprovecha de su padre.
Pero del odio al amor solo hay un paso. El destino está dispuesto a jugar con Yésica y Alex. Un testamento les unirá en contra de su voluntad, despertando unos sentimientos que jamás creyeron volver a sentir.
Mi opinión:
Yesica con tan solo 16 años conoce el lado más duro de la vida cuando su madre enferma de cáncer y la pareja de esta abusa sexualmente de ella. Ella que tenia una prometedora vida por delante, sufre esta situación durante cuatro años que dura la enfermedad de su madre hasta que esta fallece y decide escapar.
Vaga por las calles durante un tiempo hasta que conoce a Francisco y rico y empresario mucho mayor que se hace cargo de ella, con la condición de que le siga la corriente y diga que es su amante.
Yesica acepta por que le ha tomado mucho cariño a Francisco y este la respeta y es el único que conoce por todo lo que ha pasado Yessi.
Alejandro Alcazar es el hijo de Francisco, una persona fría y que no quiere a Yessi en la vida de su padre, por lo que no duda en atacarla verbalmente cada vez que se encuentra con ella, pero detrás de esta dura coraza se encuentra un hombre que ha sufrido mucho en su pasado y que no confía en nadie.
Poco a poco Alejandro y Yessica se van conociendo y vivirán momentos tensos que complicaran su relación pero que los harán experimentar unos sentimientos que no esperaban.
Tras la muerte de Francisco este deja en su testamento estipulado que deberán casarse en el plazo de una semana y tener un hijo antes del año. Y lo que empieza como una obligación termina con un amor incondicional y una ternura infinita.
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